El
renacimiento y la herencia de Siddhartha Gautama Buda
Cuando Buda se iluminó, la
primera cosa que hizo fue regresar con su familia, para que todos sus
familiares pudieran ver su transformación. Es natural que él se acordara de
todos los que había amado en el pasado, pero su esposa, Yasodhara estaba muy
enojada, lo cual es natural y humano.
Una noche, Siddhartha había huido,
sin decir nada a nadie, ni decir a donde iba, esa herida fue muy profunda para
Yasodhara.
Lo que hirió a su esposa, no
fue el hecho de que el la había dejado... eso no le importó, ella lo había
amado tanto, que si él hubiera querido irse para siempre para hacer su búsqueda
espiritual, ella lo hubiera permitido. Lo que la había herido, era el hecho que
Buda no le dijo absolutamente nada... que no había tenido confianza.
Cuando Buda regresó, ella
estaba furiosa y le dijo "¿Por qué no me dijiste?, no te lo hubiera impedido y me conoces muy
bien, vivimos juntos muchos años, ¿te impedí de hacer algo?, te he amado tan
intensamente, tan profundamente, que nunca hubiera sido yo un obstáculo para tu
búsqueda, ¿Por qué no me lo dijiste?
Cuando Buda se fue, su hijo
tenía un mes, ahora tenía doce años y el preguntaba muy seguido, ¿En donde esta
mi padre? ¿Quién es mi padre?
Yasodhara con mucho enojo
llamó a su hijo, y le dijo "Rahula este es tu padre, huyó como un cobarde,
este hombre te puso en el mundo, ahora puedes pedirle tu herencia"
Ella se estaba burlando de
él, porque ahora Buda era un mendigo.
¿Qué herencia podía darle a
su hijo? ¿Que poseía Buda?
Entonces, lo que hizo Buda fue
iniciar a su hijo; le dio su vasija y le dijo:
"Vine para esto, yo he encontrado la
iluminación y quisiera que también mi hijo la encontrara, Yasodhara, no tiene sentido
que estés enojada, porque el hombre con el cual estas molesta ya no existe, yo
morí y renací... mírame otra vez"
A pesar de que los ojos de
Yasodhara estaban llenos de lágrimas, lo miró y entendió, toda su ira se fue;
cayó a los pies de Buda, pidió ser iniciada y se convirtió en su discípula.
